La Pulga, descubrió el flamenco gracias a unos talleres populares y decide explorar y atrapar en sí misma el duende mágico de esta danza. Después de más de diez años, Askoa, La Pulga, ha conseguido encontrar su propio duende especial en una técnica y en un sonido que sabe hacer suyos con la expresión de esa universalidad de sentimientos que es la danza.